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Los excesos navideños con las comidas en estas fiestas, es un tema que suele preocupar. Normalmente, comemos màs cantidad de comida y más dulces de lo aconsejable (chocolates, polvorones, turrones, roscones,…). La mayoría de estos productos tienen en general un bajo valor nutritivo y muchas calorías.

Es cierto que aunque seamos conscientes de ello, es difícil en estas fechas resistirse a esos excesos navideños. Por eso, una ayudita siempre nos puede venir bien.

3 Sugerencias que pueden ayudar a afrontar los excesos navideños

 

1-Practica el Mindful Eating (alimentación consciente)

En Mindfulness se considera que tan importante como lo que comemos, es cómo lo comemos.

Por eso, ante los excesos navideños, ante tantas «tentaciones», decide ingerir estos alimentos de forma consciente. El «mindful eating» hace que la digestión no sea tan pesada, al masticar muy bien cada bocado. Y también por esto mismo, te ayuda a reducir algo la cantidad que comes, ya que puedes sentir antes la sensación de saciedad.

azúcar

¿Cómo practicar  la alimentación consciente?

Cuando nos enfrentamos a esos excesos navideños, de lo que se trata es de poner nuestra atención plena en el proceso de la ingestión de los alimentos.

La alimentación consciente implica que estés en calma en el momento de la comida. Con esto conseguimos aumentar nuestra satisfacción por lo que comemos. Además, al masticar más despacio, ayudamos a la asimilación del alimento, y así conseguimos que nos nutra mejor. Ésta es una manera de combatir los excesos navideños.

Pero por otro lado, sabemos que la digestión es sensible a las emociones. Y las navidades son una época en la que con frecuencia salen a relucir algunos conflictos familiares.

Por eso, puede ir bien proponer otro de los retos del mindful eating que es comer en silencio (al menos en alguno de los platos o en el postre). El objetivo de este reto puede ser saborear mejor cada uno de estos platos. Además de dedicar parte de nuestra atención consciente a quien ha dedicado tanto tiempo y cariño a prepararlos.

A continuación, se puede compartir lo que cada uno ha sentido. Los diferentes sabores, olores y colores de cada plato.

2- El poder del agradecimiento

La costumbre de bendecir o agradecer los alimentos se sabe que aporta beneficios tanto a nivel emocional como físico. Muchas investigaciones han demostrado claramente el efecto beneficioso de la oración, así como de la gratitud.

También, el hecho de realizarlo antes de empezar a comer, nos va a facilitar entrar en esa calma tan beneficiosa para nuestro cuerpo mientras comemos. Ayudándonos así a gestionar mejor los excesos navideños.

Es cierto que puede parecer una práctica más ligada a la religión. Pero igualmente se puede agradecer al universo, al sol o a la lluvia que han hecho posible que las plantas y los árboles crezcan. Incluso, a los agricultores y a todas las personas que han colaborado para que los alimentos lleguen hasta nuestra mesa. O simplemente, a los propios alimentos, por nutrirnos y ayudarnos a mantener nuestra salud.

“Si la gratitud fuera un medicamento, sería el producto más vendido en el mundo que serviría para el mantenimiento del órgano principal en cada sistema” (Dr. P. Murali Doraiswamy)

3- Aprender a gestionar las emociones

La gestión de las emociones nos ayuda a sentirlas, para poder comprenderlas. Y así mantener un estado de calma.

De esta manera, puedes responder desde la calma, en vez de reaccionar ante cualquier situación que se te presente.

Aprender a gestionar nuestras emociones es especialmente útil para que las discusiones familiares en estas fiestas no terminen en conflicto.

gestión emocional

Mindfulness y gestión emocional

Desde Mindfulness, la gestión de las emociones se ayuda de la respiración.

La técnica conocida como «respiración ancla» es muy sencilla y útil para la gestión de las emociones. Puedes practicarla como te indico a continuación:

Sólo tienes que llevar tu atención a la respiración, e inspirar y exhalar siempre por la nariz. Y poco a poco, ir alargando la exhalación. Con cada exhalación tu cuerpo se va a ir relajando más y más.

Sea lo que sea que surja –pensamientos, emociones, sensaciones- dale la bienvenida sin juzgarlos, y luego lleva de nuevo tu atención a la respiración.

¿Cómo conectar con la emoción?

Los pensamientos generan emociones, y las emociones se manifiestan como sensaciones físicas. Por eso, las emociones puedes sentirlas en el cuerpo.

Una vez que has localizado la emoción dentro de ti, con la respiración puedes ir aligerándola. Y poco a poco, vas liberando esta emoción, dejándola salir de tu cuerpo con la exhalación.

Si quieres saber más sobre la gestión de las emociones, puedes leer este otro artículo del Blog: Los 3 pasos para la gestión de las emociones con Mindfulness

¡TE DESEO UNAS MUY FELICES FIESTAS!

Yolanda Peralta