El agotamiento energético
Sentir agotamiento energético es normal, ya que todas nuestras actividades diarias, trabajo, reuniones sociales, actividad mental, actividad fisiológica, etc, son llevadas a cabo con energía. Esta energía se conoce como energía vital, y es limitada, es decir que se va desgastando a lo largo del día. Pero también diariamente la recuperamos con el descanso, una alimentación saludable, el sol, el contacto con la naturaleza.
En determinadas situaciones (enfermedades, estrés,…), es posible que tu energía no se recargue correctamente, y esto hace que puedas sentir agotamiento energético.
Nuestro cuerpo se encarga de gestionar la energía vital
En algunas circunstancias tu cuerpo va a necesitar redistribuir tu energía vital. Por ejemplo, ante una situación de peligro, tu sistema nervioso vegetativo se activa y es probable que envíe sangre extra a tus piernas, para facilitar la lucha o la huida. También es posible que se interrumpa la digestión, para ahorrar energía y enviarla al proceso que más la necesita.
En este tipo de situaciones es frecuente que te sientas más cansado y desequilibrado durante algunos unos días. También una mala gestión de nuestras emociones puede producirnos bloqueo y agotamiento energético.
Las emociones y los bloqueos energéticos
El ser humano, como cualquier animal, ante una situación de peligro actúa generalmente con miedo o con ira. En ese proceso, generamos una energía extra que nos ayuda a enfrentar esa situación. Pero esa energía, una vez pasado el peligro, ya no la necesitamos.
El animal, en estado salvaje, se deshace de esa energía de diferentes maneras: los pájaros baten sus alas, los felinos afilan sus uñas, otros se sacuden o bostezan.
Las personas al contrario, solemos retener esa energía en nuestro sistema energético. Con cada situación, vamos acumulando energía hasta que se produce un bloqueo. Los bloqueos energéticos vibran en una determinada frecuencia, que es la de la emoción que la creó. Miedo, rabia, tristeza. Un bloqueo energético no es otra cosa que una energía de una emoción no expresada.
Por eso, encontrar el equilibrio, la armonía y el bienestar en todos los aspectos de tu vida depende principalmente de ti.
¿Qué actitud tienes frente a las situaciones de la vida? ¿Cómo gestionas tus emociones?
Cómo recargar la energía de manera natural
Wayne Dyer en su libro “La fuerza del espíritu. Hay una solución espiritual para cada problema”, resalta lo importante que es aumentar las frecuencias de vibración de tu energía para solucionar aspectos de tu vida ya sean emocionales, espirituales o relacionados con la salud física.
Aquí tienes unas pautas básicas para mantener un buen nivel de energía de forma natural:
- Cuida tu alimentación (evita los azúcares, las harinas refinadas, disminuye el consumo de alimentos procesados y de carnes rojas)
- Muévete (pasea, baila, sube y baja escaleras, mueve tus articulaciones,…)
- Practica la amabilidad (sonríe y sé amable con los demás, el efecto beneficioso es inmediato). Al sonreír liberamos endorfinas, las moléculas de la felicidad, y se reduce el cortisol, que es la hormona del estrés
- Descansa lo suficiente, escucha a tu cuerpo cuando te avisa de que necesita descanso
Otras cosas que puedes hacer:
- Respira correctamente
- Genera pensamientos positivos
- Vive de forma consciente cada momento de tu vida (en el aquí y el ahora)
- Aprende a gestionar tus emociones
Descárgate el ebook «Aumenta tu energía positiva» en el que puedes encontrar varios ejercicios e ideas que pueden ayudarte a recuperar tu energía de forma natural.