914685044 - 650394144 info@concienciaocho.com

«Contrario a las creencias generalizadas, los estudios reflejan que la multitarea no es posible, no podemos enfocarnos en varias tareas al mismo tiempo».

El «parpadeo atencional»

Hay estudios sobre la «atención dividida», en los que se demuestra que en general podemos mantener la atención sobre dos estímulos simples que se nos presenten a la vez. En cambio, cuando se trata de estímulos complejos, sucede la «atención interrumpida». Es decir, que vamos moviendo nuestra atención de una cosa a otra.

«Esto nos hace creer que prestamos atención a muchas cosas a la vez. Pero la verdad es que nuestra mente no puede sostener más de una cosa compleja al mismo tiempo«

En la multitarea, sucede algo que los expertos llaman «el parpadeo atencional»

Este parpadeo atencional consiste en que la atención deja de estar disponible por un momento. Igual que cuando la visión se interrumpe brevemente cuando parpadeamos. Este momento en el que nuestra atención no es capaz de percibir ningún estímulo nuevo dura entre 200 y 500 milisegundos.

Por ejemplo, estamos escribiendo un artículo, y cambiamos el enfoque de nuestra atención para mirar los mensajes del móvil o las redes sociales. Así, enfocarnos en cada nueva tarea nos cuesta medio segundo, con lo que la productividad va disminuyendo.

creatividad

De los estudios realizados sobre la multitarea se han sacado algunas conclusiones interesantes:

-las personas que intentan llevar a cabo la multitarea se distraen más y son más desorganizadas

-además tienen un peor razonamiento analítico y tienen una memoria dañada

 Atención plena versus multitarea

Si ponemos el foco en una sola tarea (atención plena), la llevaremos a cabo con mayor eficiencia. Cuando nuestra atención está enfocada sólo en ese momento, la comprensión de lo que estamos llevando a cabo es mayor.

Hay tantas ocasiones a lo largo del día en las que entramos en «piloto automático», que si lo pensamos, el coste de no practicar la atención plena puede ser muy grande. La falta de atención nos hace perder mucho tiempo.

Por ejemplo, si estás leyendo un artículo ¿Te has fijado en que si no tienes tu atención plena en lo que estás haciendo, has tenido que volver a leerlo varias veces para enterarte? Si tienes tu atención enfocada en la lectura de ese artículo, utilizarás menos tiempo en su comprensión.

Pero además, el perjuicio de no vivir con atención plena, es que al no estar en el momento presente, no has disfrutado de ello. Es como si no lo hubieras vivido, o como si lo hubieses vivido sólo superficialmente.

La práctica de la Atención Plena (Mindfulness)

La práctica de mindfulness nos puede ayudar a romper con el hábito de la multitarea. Para ello, es importante incorporarlo como un hábito en nuestro día a día.

Es necesario entrenar nuestra atención de forma continuada para ir desplazando el modo piloto automático al que nos lleva la desatención.

Atención plena o multitarea

En muchos estudios sobre la práctica de mindfulness, se ha comprobado que cuando no estamos prestando atención, nuestro cerebro entra en un «modo por defecto». En este modo, entran en juego la desatención y el actuar en «piloto automático». Por eso, es más difícil vivir las situaciones conscientemente en el momento que se producen.

También algunos estudios sugieren que este modo mental podría estar relacionado con patologías como el alzhéimer o el autismo.

Origen de la práctica de Mindfulness

Mindfulness significa atención plena o consciente, y tiene su origen en técnicas milenarias orientales como la meditación.

Estas prácticas llegaron a occidente en 1972 de la mano de Thich Nath Hanh, un monje budista vietnamita, autor de «Cómo lograr el milagro de vivir despiertos». En este libro plasma sus enseñanzas sobre el ejercicio de la atención mental.

Posteriormente fue Jon Kabat-Zinn quien lo difundió a través de la creación de un programa llamado MBSR (Mindfull Based Stress Reduction).

Según diferentes investigaciones científicas, se sabe que mindfulness mejora la atención sostenida. Y si además, las personas que lo practican se enfocan en la respiración, se obtienen mejores resultados. También se ha comprobado que reduce los síntomas de ansiedad y depresión, e incrementa la autoestima y la calidad del sueño.

Aquí comparto algunos ejercicios fáciles para empezar la práctica de la Atención Plena:

-La respiración ancla

La respiración es una buena herramienta para calmar la mente en situaciones complicadas. Sólo tienes que llevar tu atención a la respiración de forma consciente. Cuando te des cuenta de que te has ido tras tus pensamientos sólo vuelve a tu respiración.

-Escucha consciente

Se trata de que prestes atención a todos los sonidos de tu entorno. Sin entrar en valoraciones ni juicios. Sólo escuchar.

«Tenemos dos oídos y una boca, así que podemos escuchar dos veces más de lo que hablamos» Epícteto.

¿Quieres iniciarte en la práctica de Mindfulness?